«Blade Runner» (1982)
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Impresionismo con contornos de distopia
Antes de todo, Blade Runner no trata de una historia, no trata de personajes, no trata de algo concreto. Trata de paisaje, de la ciudad como reflejo de la civilización. Habla de corregir nuestro presente, conociendo lo que pasó en nuestro pasado. Por eso, el futuro es utilizado, y la ficción científica también. Puede parecer paradoxo, pero el modo futuro pone el espectador con la distancia necesária con relación o lo que es supuesto «mirar». Y lo que se mira aqui es fundamental, no por causa de los escenários fantásticos, no por causa de la previsión fantástica de lo que la ciudad vendría a ser en años próximos, pero porque mostra lo que ya esta defronte de nosotros. Practicamente todas las películas de ficción científica hacen previsiones de ciudades completamente nuevas, basadas en lo que es «futurístico» en el momento de la concepciónd e la película, de obras primas visuales como Metropolis hasta versiones comerciales de mundos futuros como «Demolition Man». Ridley Scott propone una ciudad que existe ya, hoy, ahora. Nosotros llegamos al futuro desde el presente, nuestro presente, y eso conectanos donde el modo futuro nos hacia sentir distantes. Todo es premeditadamente lanzado a nosotros con una envolvencia distópica, caótica, que hace estremecer, no porque es oscuro y lluvioso, pero porque pasa en una ciudad que existe ya, en edifícios con más de 100 años ahora. Sebastian vive en un edifício neoclásico del final de siglo XIX con gran probabilidad, las raízes de todo que es malo y perverso en ese futuro de Scott estan asumidamente en nuestro presente. Obviamente, todo el director de ficción científica es, antes de todo, un habitante del planeta Tierra, pero aqui el hace un esfuerzo para mostrarnos eso a nosotros, espectadores.
Asi, todo es clásico, Sean Young, una replicante que no lo sabe, tiene una belleza clásica, su caracterización, la forma como se mueve, como habla. Ella toca el piano. Ella tiene memória. Ella es humana, excepto por el facto que es una replicante, creada por los hombres, y aqui es donde los hombres son elevados a la categoria de dioses, de la misma forma que elles crean con la misma perfeción que los dioses. La cámara es Deckard, la cámara es el observador, y ese observador trabaja sobre los edifícios, sobre la humanidad, trabaja en la última planta del complejo industrial similar a el Olimpo de Tyrell. Lo que se hace aqui es un cambio en la noción de escala temporal, para hacernos volver a la Tierra. Si Dios es eternidad, y la vida humana un segundo en esa eternidad; lo que miramos es la vida humana quedarse la eternidad posible, y los 4 años de vida de los replicantes solo una pequeña pasaje por esa realidad. Siempre que los replicantes son hablados en Blade Runner somos de verdad nosotros que somos hablados. Al final, eso puede tratar de quedarnos en la realidad de que el tiempo es precioso, y que 4 años pueden significar mucho, si bien utilizados. «todos los momentos se quedaran por el tiempo, como lágrimas por la lluvia», dice Rutger Hauer. Eso habla de mantener la memória para la eternidad, seya la eternidad lo que seya.
Los hombres se quedan reflectidos en sus creaciones, sus imperfeciones, pero también sus qualidades, aparecen en lo que el crea. Asi, con el desarrollar de la película, cambiamos nuestra mirada sobre los replicantes, de sentimiento de amenaza hasta empatía, de deseo de eliminar (como sentimiento de sobrevivencia) hasta deseo de abrazar y consequente sensación de perda por el desaparecimiento de los replicantes. Eso es cuando eses replicantes se quadan hombres, cuando comprendemos que no es esta hablando de robots, pero de nosotros. «pena que no viverá, pero por otro lado, quien viverá?» esa es la frase final, nada es eterno, creación o su creador. A pesar de eso, la visión del inevitable de la muerte no hace Deckard desistir de correr por la vida.
Un otro aspecto aqui es que no hay una «banda sonora», no hay «música» en esa película, solo «paisajes sonoros», tan distópicos como la ciudad, tan negros como ese futuro, tan vazios como si no hubiera futuro. Eses sonidos son la historia de esa ciudad, son la historia de nuestro pasado, como contado en nuestro presente, donde no hay memoria, donde las memorias son olvidadas, o inventadas como, una vez más, un truco de sobrevivencia. La memória es un cojín para las emociones, dice Tyrell, el es Dios, el sabe que las emociones son necesárias para la existencia, pero también sabe que no puede eternizar una mentira, el sabe que morirá.
En última análisis, esa puede ser una película de ficción científica fondeada en la noción de película «noir» que, bien explorada, podería quedarse un género por derecho próprio. Se encontrarán practicamente todos los aspectos de las películas noir aqui. Por todos los aspectos hablados, creo que esa es una de las películas esenciales de ficción científica, cumplindo completamente el papel que la ficción científica debería tener, pero que caso nunca tiene. Entre 1979 con Alien y 1982 con esa, Ridley Scott dió pasos seguros en el sentido de comprender de lo que habla la ficción científica y como debería surgir en la produción cinematográfica. Todos los artistas tienen sus limites para la inovación y creación. Aparentemente, el limite de Scott se quedó dibujado aqui. Su trabajo posterior nunca fue tan influente o bueno como esas dos películas, pero lo que nos dió fue más que suficiente.
Mi puntuación: 5/5 Esa puntuación no era necesária, lo que dice seria suficiente.
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