«Inglorious Basterds» (2009)
Funciona, pero NO en el Ojo
He dado a este filme un tiempo de reflexión muy más grande de lo que normalmente doy a cualquier filme antes de comentarlo. Algunas cosas son intrigantes, no tanto por el filme en si mismo, sino por la forma como las personas reaccionan a él.
Este filme tiene cualidades, para mi Tarantino merece crédito por algunas cosas buenas, pero hay otros temas fundamentales que son importantes para mi y seguramente para otros cinéfilos. Lo que pasa es que el cine está basado en imagenes, hubo un tiempo, si buscas hace 8 décadas, en que la imagen era la única coisa en que los directores podiam confiar para contarnos una historia. Eso es narrativa visual pura, es lo Chaplin y Keaton hacian, Méliés, el increíble Pabst, de quien Tarantino habla en este filme. Esto significa que las imagenes, fuera por la forma como estaban secuenciadas, fuera por la forma como surgian, nos contaban algo. Quizás pudieramos resumir todo en unas pocas palabras para alguién que no hubiera visto la película, pero eso no significaria nada, porque «Ver» era lo que importaba. Te acuerdas de la última secuencia de «City Lights»? Se burlan del vagabundo, destrozado, derrotado. La florista que era cega, y que ahora puede ver (con la ayuda del vagabundo) asiste a la escena, se rie al inizio pero luego tiene pena del vagabundo. Ella dale una flor y una moneda, y mientras coge su mano descubre por el tacto que él era el hombre que le había ayudado. Ellos se miran, nosotros lloramos. Estas palavras no significan absolutamente nada si no has visto el filme, porque las imagenes SON el filme. Lo que pasa es que Tarantino sabe esto, él sabe como Mirar filmes, él reclama como suyas referencias algunos de los directores que más me interesan. Muchos son contadores de historias puramente visuales: Leone, Pabst, Hitchcock, Kar Wai. Tarantino lo sabe, y debe doler muchíssimo que ello no sepa hacer lo que ellos hacían. Él se comove (creo) profundamente por la preciosidad del plano Bye bye Babs, o los eternos 15 minutos iniciales de Bueno, Malo y el Feo, que Quentin cita en la primera secuencia de este filme. Pero él no puede hacer nada tan visual (o visual del todo) como esas escenas. Hay un conjunto de herramientas y ladrillos que construyen una secuencia, construyen un filme, que Tarantino simplesmente no domina. Encuadramento, temporización, edición. De un punto de vista puramente visual, Tarantino simplesmente filma, y tiene un talento especial para adecuar canciones a sus escenas. Yo no daría mucha atención a esto, si Tarantino fuera considerado por lo que es, un escritor de diálogos inteligente, con algunas ideas narrativas inteligentes, pero basicamente un director normal. Me parece peligroso que la consciencia cinéfila colectiva considere Tarantino como la grande cosa, el herdero de sus maestros. Él NO hace lo que los maestros hacían, por eso Habla sobre ello, y intenta Convencernos que está haciendo lo que los maestros hacían. Me llevó unas pocas semanas para llegar hasta aqui. Tuve que visitar a Tarkovsky y Kalatozov para que ellos confirmarn lo que yo estaba pensando. Lo han hecho.
Dicho esto, creo que este es el filme convincente de Tarantino desde Pulp Fiction, porque él dedica mucho tiempo a las dos cosas que hace mejor: construir diálogos tensos, y encontrar una estructura narrativa que sirva. En Pulp Fiction él la pide emprestada a Kar Wai, aqui se queda con capítulos episódicos. Los diálogos son fantásticos, construyen tensión y pocas veces he visto esta inteligencia en la forma como las lenguas se alternan. Tarantino saca mucho de sus experiencias anteriores, en la forma como utiliza conversa banal para hacer una escena avanzar, y lo hace bien. Asi, mira en la primera escena, lo que la hace buena no es lo que tu ves, sino lo que se dice. Para mi eso es buena escrita, no bueno cine, y es precisamente el opuesto de la referencia asumida, Sergio Leone. El mismo se puede decir del tiroteo en el bar. Es el diálogo que nos lleva al corto tiroteo final. Es esa mi opinión.
Hay una cosa muy interesante en el nivel narrativo. Somos conduzidos en el filme por 3 personajes hasta un palco final, un cine: Lada, Raine y Dreyfuss. Cada uno planea sus proprios filmes, y el filme externo que miramos es una mezcla de todos los otros. En el nivel más bajo tenemos los estúpidos nazis, que piensan que van para el cine ver el filme que han hecho, cuando son en verdad la comida para la sed de sangre de los 3. Al final, Raine se queda en el topo, a pesar de todo, pero claro que la línea que más interesa y impresiona es la de Landa. Está basada en la historia de detectives, con él siempre en el topo, hasta casi el final. La actuación de Christoph Waltz es excelente pero la escrita es muy inteligente, en todos los temas, en todas las reviravueltas. Visualmente, las mejores secuencias son las del cine, y claro que es bueno que todo tenga que ver con filmes, incluso el fuego es empezado, literalmente, por filmes.
La otra cosa formidable es el raro de escuchar David Bowie o temas inspirados en Morricone en la Francia ocupada. Es como la música de Alban Berg, que siempre da la impresión de se tonal y clásica, pero luego nos cambia las vueltas. Ese pastiche hace este filme ir para campos de ambiguidad y de género indeterminado. Muy bueno.
Brad Pitt es un tipo curioso, porque ahora él juega con su imagen pública, mientras nos da algo totalmente diferente de eso. Eso es algo que Clooney ya representa hace algun tiempo (miralos juntos en el proyecto de los Coen).
Me gustó muchíssimo el edifício del cine, el átrio es un espacio claro y bonito, muy bien filmado.
Mi opinión: 4/5