«Palata Nº6» (2009)
la sección del medio
Filmes y Vida. Ficción y Documental. Aqui estan dos pares de conceptos que podríamos colocar en puntos opuestos de nuestras clasificaciones. Por el mismo motivo, estos son conceptos que se intersectan, están incluso cerca de confundirse y ser considerados la misma cosa. Cada uno de estos pares contiene en si la magica de la repulsión/atracción magnética. Quizás sea por eso que tanto ha sido ya dicho, escrito y filmado sobre lo que los filmes sacan de la vida (y como la vida puede ser afectada por los filmes). También sobre la poca diferencia que hay entre querer documentar algo y crear una historia que venga ya del ojo del creador.
Shakhnazarov parece ser un tipo deslocado. Alguién que nació dentro de los valores del grande cine soviético, pero que perdió ese contexto cedo en su carrera. Hoy él hace filmes soviéticos descontextualizados. Y tampoco representa ninguna de las dos contribuiciones más grandes de los soviéticos (lideradas por Eisenstein y Tarkovsky). Por eso, no me parece que alguna vez pueda mirar uno filme suyo que haga más que simplesmente impresionarme por la inteligencia de sus intenciones.
En este caso, lo que él queria hacer no era nuevo, pero tampoco está muy bien hecho. Él empieza el filme presentandonos una serie de entrevistas a personas enfermas reales, de una institución real. Luego, él crea una ficción, con personajes creados y modelados sobre los enfermos reales, y que actuan en el mismo espacio físico, el hospital. La verdad es que esto es una idea muy inteligente. Las entrevistas ponen a uno en el mundo de los casos mentales, asi que no necesitamos de establecer más el mundo del filme. Entramos totalmente en la película y eso es algo que es raro ver hecho de forma tan eficiente. Él problema es que luego no hay nada que valga nuestro tiempo. Hay una aproximación demasiado basada en literatura en la escrita de los diálogos, y eso mata el filme, que tampoco está bien soportado por las actuaciones. Diálogos y actuaciones son las dos cosas que pueden transportar un filme asi. No hay ninguna de ellas bien hecha aqui.
La escena final es tan inteligente como la inicial. Pacientes reales encuentran a los fictícios, y ellos bailan, en pares mixtos. La realidad documentada se mezcla con la realidad ficcionada. La entrada en el filme y esta última secuencia casi redimen la falta de todo el resto en el filme.
Mi opinión: 2/5