«Stanley Pickle» (2010)
reflexividad animada
El stop motion es una muy buena técnica. Es un compromiso entre el movimiento contínuo, 24fps o incluso menos, y la estabilidad de un imagén parado. Me parece que este equilíbrio entre ambas las formas de representación hace una diferencia en lo que toca a la narrativa. Baja tu capacidad para focarte en lo que los imagenes «cuentan» y al contrario te obliga a comprender lo que los imagenes «son».
Lo más interesante en este filme es una especie de reinvención de la forma como normalmente este tipo de stop motion es utilizado: todos los elementos son reales, de nuestro mundo real, no son modelos de plastilina, ni escenarios construydos a una cierta escala. Normalmente en este tipo de animación, los objectos de ese mundo real tienen una vida propria. las botellas se mueven solas, las mesas bailan con las sillas, etc. Los humanos pueden estar en el filme, pero no interferen, pero hay interacción con el ambiente. Svankmajer tiene un conjunto increíble de experiencias basadas en esta noción.
Pero aqui tenemos una mezcla. Tenemos un mundo animado que pertenece totalmente al otro mundo de los objectos animados, pero también tenemos el animador en la pantalla. Stanley Pickle crea y mantiene todos los objectos que lo rodean a él en su vida diaria, desde sus padres (que son objectos aqui) hasta sus juegos. Más tarde en el filme vemos su laboratorio, debajo de su cama.
Esto se destruye todo cuando él hace su magia delante de una chica fuera de su mundo animado confinado. No funciona porque él puede simplesmente fingir la vida del pájaro, no recrearla. Y eso mata la animación, para el proprio Pickle.
La chica tiene una cara interesante, y me gustó la auto-referencialidad y la forma como se mezcla con el producto final y la narrativa. Simplesmente no me pareció que él filme fuera visualmente interesante.
Mi opinión: 2/5